

DETALLES
- Fecha 01 Nov 2016
- Categoría Urologia
SOBRE EL PROCEDIMIENTO
La litiasis, o lo que es lo mismo, las piedras en el riñón, es una patología que pasa por extirpar los cálculos renales antes de que produzcan problemas de seriedad. Existen diversos tratamientos en función del tamaño de dichos cálculos, por lo que el especialista médico será quien nos recomiende qué táctica utilizar.
Las piedras en el rinón, un problema infradiagnosticado La litiasis es una enfermedad que muchas veces ni siquiera está diagnosticada. La zona del uréter es insensible así que, en principio, no tiene porqué generar dolor en el paciente. De esta manera sí que es posible que pase inadvertida y que las piedras que se alojan en el riñón vayan creciendo de forma paulatina.
Por ello es muy importante que, después del diagnostico, el paciente con litiasis mantenga un control sobre sus piedras.
Todos los pacientes empiezan por tener microcálculos, piedras pequeñitas que tienen fácil solución. Sin embargo, si no se les hace el seguimiento requerido, los cálculos tienden a crecer y la forma de tratarlos resultará más agresiva para el paciente. Los casos en que los cálculos renales provocan dolor obedecen al hecho de que las piedras han obstruido el riñón, lo que puede provocar los sufridos cólicos. Dolores de espalda o infecciones de orina también pueden venir provocadas por esta enfermedad. Pero, tal y como hemos comentado, lo normal es que no produzcan molestias y el paciente ni los note.
Existen casos de cálculos de gran tamaño alojados en la zona renal que han pasado inadvertidos. Ureteroscopia, romper el cálculo por el uréter La ureteroscopia es una técnica para tratar cálculos renales que se presentó a nivel mundial el año 1981 en Madrid. Dicha técnica supuso un gran avance en el trato de esta patología.
La ureteroscopia consiste en entrar dentro del uréter a través de los orificios naturales del cuerpo. Se introduce una cámara de televisión y se progresa hasta contactar con el elemento a tratar, la piedra. Por medio de un instrumento muy fino se pasa una fuente de energía que fragmentará el cálculo, y las piezas de éste se extraerán gracias a unos receptáculos. Con unas 6 o 7 horas el paciente puede ser tratado y regresar a su casa, sin ingreso hospitalario ni cortes en el cuerpo como antaño. Laparoscopia, la cirugía no invasiva Otra de las técnicas que han entrado en el mundo de la litiasis renal es la laparoscopia. No es la forma más universalizada de fragmentar las piedras en el riñon, pero se hace uso de ella cuando los tratamientos en escalones inferiores, como las ondas de choque, no consiguen eliminar el problema. La laparoscopia se basa en la introducción de una fibra óptica dentro del cuerpo que, por un lado, permitirá mostrar al exterior la situación del cálculo renal y, por otro, operar. Este tipo de cirugía es de invasión mínima, por ello tampoco deja cicatrices. Cirugía, la última opción
La cirugía será la última alternativa por la que se opta para exterminar un cálculo renal. ¿Por qué? Porque esta es la técnica más agresiva, y solo se recurrirá a ella en casos específicos. Aquellas personas a quienes las piedras les generen conflictos como dolor, sangrado, infecciones, obstrucciones, o aumenten en un año el doble de su tamaño, deberán pasar por quirófano para exterminarlas. La cirugía, llamada clínicamente nefrolitotomia percutánea, se aplica siempre que la piedra supere los 2cm de tamaño, o bien cuando sus características hacen que sea muy dura y que otras técnicas no la hayan conseguido fragmentar. Esta técnica, al tratarse de cirugía mayor, precisa de anestesia general. La intervención consiste en pinchar con una aguja detrás de los riñones y dilatar el calibre hasta 1 cm. Por el canal se pasan diferentes energías para fragmentar la piedra y con unas pinzas se extraen los pedazos.
Hoy en día esta técnica está muy evolucionada ya que lo que antes conllevaba una incisión de 15 cm hoy en día se solventa con un pequeño agujero. Así también se evita la extracción de costillas, quitar los riñones para tratar los cálculos y efectuar cortes en la piel.